Con la difusión del Internet de las cosas (IoT), los algoritmos están administrando cada vez más nuestra vida cotidiana. Desde navegar nuestro camino en las ciudades hasta realizar un seguimiento de nuestra salud, la inteligencia artificial ha sido beneficiosa para nosotros de muchas maneras, sin embargo, sus algoritmos también pueden ser perjudiciales como consecuencia de la programación humana sesgada. La consecuencia es que mientras que la tecnología pro- gr ess, ofrece más y más humanos como la inteligencia artificial, los seres humanos se vuelven cada vez más deshumanizados y por lo tanto desempoderados en sus interacciones cotidianas con inteligencia artificial. La(s) solución(es) no es de una sola mano y requiere intervenciones combinadas a nivel macro y micro. Al revisar los recientes desarrollos de arriba hacia abajo en el frente de la ética de la IA, este artículo profundiza en la cuestión de hasta qué punto los ciudadanos comunes pueden ejercer cualquier tipo de agencia cuando se trata de inteligencia artificial. Lo hace a través de un enfoque multidimensional que incluye analogías y movimientos intertextuales entre la historia, la literatura y la cultura visual. Centrándose en el estudio de caso del software de reconocimiento facial, el artículo explora las posibilidades de la agencia imaginativa como una forma de inteligencia local capaz de habitar y disputar el sesgo algo-rítmico [hecho por el hombre].
Autores
Ester de Toribio-Roura
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Vivir con máquinas.-Ethical-Implications-and-Imaginative-Agency.pdf